Este verano hemos tenido la suerte de compartir viajes, sueños y aventuras con los peques del pueblo Fuentidueña de Tajo y también con muchos de sus papás y familiares.
Desde el ayuntamiento de Fuentidueña nos propusieron organizar uno de nuestros campamentos urbanos. para dar opción a todos los niños que pasaban el verano en el pueblo de tener una actividad especialmente dedicada a ellos. Nos encantó la idea y nos pudimos manos a la obra para llevar hasta allí un de nuestras historias más divertidas: el mini campamento de la máquina del tiempo.
Un equipo de 4 científicos se presentó en la Plaza de la Constitución el primer día de la semana y allí conocieron a todos los participantes. Los doctores habían inventado una máquina del tiempo con la que uno de ellos podría viajar a una época diferente para traernos información sobre la vida en aquel momento de la historia.
La primera en viajar, y la más valiente del equipo, fue la Doctora B, que se trasladó hasta la época de los dinosaurios y apareció entre los demás con aires de troglodita. Con ella aprendimos cosas sobre los dinosaurios e hicimos los equipos de caza que serían ya nuestros grupos para el resto del campamento urbano. También aprendimos a pintar pinturas rupestres e hicimos una gran exposición en nuestra cueva imaginaria para que todos pudieran ver nuestras obra de arte.
Al día siguiente, el Doctor Lo se trasladó a la antigua Grecia. Allí conoció a los filósofos y los artistas más importantes de la época. También tuvo la suerte de presenciar los primeros juegos olímpicos de la historia. En el campamento nos contó cómo se habían creado y cuál era el sentido de las olimpiadas. Nuestros equipos crearon sus banderas, hicieron un desfile olímpico y después se enfrentaron en un montón de deportes para ir consiguiendo sus medallas.
El miércoles, ¡una aventura más! Viajamos al futuro. La Doctora Platas, nuestra aprendiz de científica, consiguió lo que ninguno de sus compañero había logrado... ¡viajar al futuro! Volvió encantada, hablando el idioma universal que se hablaba en la tierra dentro de unos 1000 años y nos enseñó los juegos de moda. En el futuro nadie competía, los países eran todos amigos, y los juegos que hicimos esa mañana fueron juegos cooperativos en los que todo el equipo debía trabajar unido para lograr sus objetivos.
Y el último día la máquina se volvió un poco loca y llevó a la Doctora Hughes hasta el Renacimiento, de donde volvió convertida en una verdadera princesa. Preparamos actuaciones y complementos e hicimos una gran fiesta con todos los papás.
En resumen, ha sido una semana divertidísima, con unos niños encantadores y unos padres que nos han acompañado y disfrutado con nosotros. ¡Esperamos haber ayudado a vivir una semana especial y poder veros de nuevo el verano que viene!