Así es como celebramos en Zumo Animaciones el día de San Valentín, con una pedida de mano de lo más romántica y sorprendente.
María siempre ha soñado con poder trabajar como actriz y cantante y se dedica a ello, mientras tanto, como hobby en el que pone todo su cariño. Víctor, su novio, quería pedirle matrimonio y sabía que no había ninguna manera mejor que hacerlo con una obra de teatro.
Nos llamó y empezamos a organizar esta preciosa sorpresa. Nos ayudó muchísimo y estuvo implicado en cada detalle hasta el último momento.
Buscamos un teatro donde poder llevar a cabo la pedida, para que fuera lo más espectacular posible. Invitamos a sus amigos y familiares, que colocamos en la fila de atrás y muy a oscuras para que María no pudiera verles al llegar. Y las primeras filas las llenamos con figurantes y amigos desconocidos para la novia.
Santi, un amigo común, nos ayudó muchísimo y contó a María una pequeña mentirijilla para llevarla hasta allí. Se supone que iban a ver una obra de teatro a la que estaban invitados porque la compañía buscaba nuevos actores y querían hacer un casting a María al terminar. La pobre hasta había preparado una canción para la prueba de después...
Pero el final que les esperaba era un poco diferente. En escena, una pareja recogía sus cosas para abandonar el manicomio en el que vivían, porque ya se habían curado... Pero de repente algo extraño ocurría y la protagonista comenzaba a hablar y comportarse como si en su cuerpo se hubiera metido otra persona. Sus recuerdos se parecían demasiado a los de María. Ella se reía al principio con las casualidades y se iba poniendo más nerviosa al final hasta que no había duda: ¡se trataba de su vida!
En ese momento el guión daba un giro que terminaba con Víctor apareciendo por sorpresa y María encima del escenario recibiendo un precioso anillo de pedida.
¡Gracias por confiar en nosotros! ¡Vivan los novios!
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