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El país de Halloween da mucho miedo, porque está lleno de fantasmas, brujas, murciélagos, vampiros y gritos… Pero a Martina y sus amigos, con solo 5 añitos, no les importaba en absoluto. Ellos eran un grupo de chicos valientes que estaban dispuestos a participar en cualquier juego, por terrorífico que fuera.
Y hasta casa de Martina llegaron volando Lulita y Gisbi para enseñarles a todos los juegos y canciones de las brujas.
Lo primero de todo fue regalar a Martina un poco de magia para esa mañana. Con su ayuda conseguimos hacer un truco increíble que les dejó con la boca abierta. Después nos separamos en dos equipos, nos maquillamos para la ocasión, preparamos los calderos para recibir puntos y… ¡a jugar!
¡De todo nos pasó aquella mañana! El verdadero Conde Drácula nos invitó a conocer su castillo, luchamos por hacernos escuchar entre los gritos de una terrorífica noche de Halloween, nos convertimos en momias, cantamos los conjuros de las brujas y las canciones de los esqueletos.
Los padres de los niños, que estaban también en el jardín, nos sirvieron como jurado alguna que otra vez y se animaron a jugar con nosotros al juego final.
Y nosotras, las animadoras, disfrutamos un montón jugando a dar algún que otro susto con este grupo de niños que nos alegró muchísimo la mañana con sus risas y su ilusión.
¿Preparados para la fiesta?
El equipo de las calabazas
Una voluntaria...
¿Qué pasará ahora?
Jugando a gritos en la noche...
¿Preparados?
La momia Mencía
Las dos momias: Mencía y Martina
Y para terminar... ¡un poco de paracaídas!