¿Quién no ha soñado alguna vez con una boda de fantasía? Marina e Íñigo no sólo han soñado con ella sino que la hicieron realidad. El pasado sábado realizamos una performance con actores: dos estatuas vivientes y el conejo de Alicia en el País de las Maravillas.
Los novios querían recibir a los invitados de una manera única e inolvidable. Según iban llegando al lugar de la ceremonia, los invitados eran recibidos por el conejo de Alicia en el País de las Maravillas. Un conejo que siempre va con prisas, acelerado y corriendo a todas partes, preocupado constantemente por la hora... Así que para asegurarse de que todos los invitados estaban listos, organizados y puntuales, les recibía con la famosa frase: ¡Tarde, tarde, tarde!¡Llegas tarde!
Pero los invitados se encontraban con otra sorpresa más: dos estatuas vivientes, al más puro estilo de la antigua Grecia. Las estatuas sorprendían a los invitados lanzándoles besos, pidiendo sonrisas, besos... Y, además, cada estatua iba acompañada de una pizarra donde se reflejaba parte de la historia de los novios.
Nuestra performance finalizó con nuestro conejo recibiendo a Marina. Cómo no, la regañó por llegar tarde... ¡La novia estaba emocionadísima! Conseguimos hacer realidad la idea que tenía de su boda ideal.
Muchas gracias Marina e Íñigo por dejarnos formar parte de un día tan especial. ¡Os deseamos lo mejor!
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