Las brujitas Gisbi y Lulita llegamos a casa de Santiago para celebrar con él su cumpleaños con la intención de dar muuuucho miedo. Llamamos al timbre y una voz tenebrosa nos contestó…
Cuando se abrió la puerta nos encontramos con un jardín lleno de telas de araña, calabazas, figuras de Halloween… Una bruja nos miraba desde detrás de la puerta… ¡Al final iban a conseguir asustarnos a nosotras!
En casa de Santi lo habían preparado todo para que los niños pasaran una tarde de Halloween muy especial. Y allí estaba Santiago con todos sus amigos, deseando jugar, bailar y pasarlo requetebién con motivo de su quinto cumpleaños.
Para empezar, repartimos a Santi un poco de nuestra magia para que nos sorprendiera a todos con un truco increíble. Luego escuchamos el cuento de una de nuestras amigas las brujas y sus sapos… argggg. Y, como no, nos pusimos a jugar.
La tarde estuvo muy reñida entre el equipo de los fantasmas y el de los murciélagos. Todos tenían muchísima energía, mucha voz para pegar los gritos más terroríficos y muchas ganas de pasarlo bien y comerse los gusanos que nos servían de puntos cada vez que un equipo ganaba una prueba.
Nos envolvimos en telas de araña, gritamos con todas nuestras fuerzas, jugamos al juego de las sillas de Halloween, intentamos colarnos en las cuevas de los vampiros… El paracaídas fue muy divertido y nos hizo reír y soñar. Y los papás que estaban en la fiesta se apuntaron a terminar la tarde con nosotros en una alocada carrera de caballos.
¡Gracias a Santi y a todos los demás por dejarnos compartir con ellos su ilusión y sus sonrisas! ¡Y a Alicia por esa deliciosa tarta de zanahoria!
Preparados para el juego
Una canción
Las sillas de Halloween
Todos con el paracaídas
¿Dónde estará el fantasma?
Y todos juntos para terminar 🙂
